¿Qué es la cadena de frío de los alimentos y por qué respetarla?

La cadena de frío es una técnica que consiste en el empleo y utilización de las bajas temperaturas a lo largo de toda la cadena de suministro de los alimentos, con el objetivo de mantener la seguridad alimentaria de los mismos y evitar así que estos lleguen a nuestra casa en mal estado. 

Como ves, se trata de un punto fundamental a la hora de conservar las condiciones y propiedades de los alimentos, al que debemos prestar especial importancia. Por ello, a continuación nos adentramos en este tema para que poseas toda la información necesaria a la hora de cuidar los alimentos que almacenas en tu casa de manera correcta.

Para poder entender mejor en qué consiste la cadena de frío vamos a poner un ejemplo: 

Del mar al barco. Del barco a la lonja. De esta al camión frigorífico para llevarlo al punto de venta y del punto de venta a nuestras casas. Este es el largo recorrido que realizan todos los pescados que se consumen en el mundo. Seguridad, seguridad y más seguridad. ¿Para qué y por qué? Porque es necesario garantizar la seguridad alimentaria de los productos que consumimos, ya que es un derecho universal para proteger nuestra salud a la hora de alimentarnos. 

Pero, ¿qué ocurre cuando llegamos a casa con esos productos que hemos adquirido en los diferentes puntos de venta que tenemos a nuestro alcance? Que tenemos que seguir manteniendo esa cadena de frío, especialmente si se trata de alimentos como las verduras, hortalizas, carne, pescado o huevos.

¿Por qué razón? Porque de no hacerlo, podemos poner en peligro nuestra salud. 

Por esta razón, desde Verleal te queremos explicar cómo tienes que seguir manteniendo esa cadena de frío en tus productos, una vez los compras y los trasladas a tu casa. 

¿Qué es la cadena de frío?

Se trata del transcurso refrigerado que sigue todo alimento, desde que sale de su lugar de origen (el mar o la tierra) hasta que llega a nuestra casa, con el fin de que garantice su inocuidad o lo que es lo mismo, que garantice que es seguro para la salud de las personas que lo van a consumir. 

Por norma general, verduras, carnes, pescados, huevos y lácteos siguen la siguiente cadena de frío: lugar de origen; lugar de acopio/almacenaje; transporte hacia el lugar de venta. Entre medias, también pueden sumarse otros pasos, como un segundo lugar de almacenaje donde el producto será transformado y embalado. 

En todos estos lugares, los alimentos han de seguir unas estrictas medidas, ya sean de refrigeración o de congelación, que son las dos fases en las que se permite conservar esa inocuidad de los alimentos. A mayor frío, mayor seguridad, pero no podemos olvidar que cada alimento es diferente y que en función de ello deberemos de saber cuáles se pueden congelar y cuáles han de conservarse en el frigorífico. 

¿Por qué es importante respetar la cadena de frío?

Hay dos motivos principales: por un lado, que si un alimento se vuelve a congelar tras haber sido descongelado, no se congela como es debido o se mantiene mucho tiempo a una temperatura que no es la idónea para él, se pierden las propiedades del mismo, además de poder cambiar el sabor o el color, entre otras características. 

Por otro lado y como consecuencia del punto anterior, puede llegar a estar en mal estado y dañar nuestra salud.

¿Cómo saber si un alimento no ha seguido la cadena de frío?

Es algo que ocurre en muy pocas ocasiones, especialmente si compramos en espacios de confianza, pero puede llegar a suceder, por lo que te invitamos a fijarte en los siguientes detalles: 

• Si es un producto congelado: tiene mucha escarcha o el envoltorio que lo protege se ha deteriorado.
• Si es un producto refrigerado: observar si se ha alterado el color o las características del producto; si el envoltorio está deteriorado o si emana un olor poco común. 

Por si no lo sabías, en Verleal congelamos todas nuestras verduras el mismo día de su cosecha para que no pierdan sus propiedades y tú puedas disfrutar de todo su sabor cuando llegan a tu domicilio. Aplicamos a nuestros productos un proceso de ultracongelación muy rápido (a -18 °C) que nos permite que nuestras verduras preserven todos sus nutrientes como el primer día.

¿Cómo respetar la cadena de frío en casa?

En caso de que el producto deba refrigerarse, es importante que no pase mucho tiempo desde que sales del establecimiento comercial hasta que llegas a casa, especialmente en los días de más calor del año. En caso de que sea un producto congelado, se daría el mismo caso, además de ser más que recomendable transportarlo en una bolsa especial para congelados. 

En cuanto al proceso de descongelado, en el caso de nuestras verduras Verleal  no necesitarás descongelarlas antes de cocinarlas, lo que te ayudará a ahorrar mucho tiempo en su preparación. Por ejemplo, si te apetece hacer estos ricos y sanos crujientes de brócoli y judías verdes extrafinas Verleal, tan sólo necesitarás sacar del congelador las verduras, echarlas directamente en una cazuela con agua hirviendo y cocerlas durante unos 4-5 minutos. A continuación, sólo tendrás que secarlas bien. Después rebózalas en la mezcla de frutos secos picados que más te guste y agrega una pizca de queso parmesano y sal. 

Mete las verduras en el horno precalentado a 180°C, y deja que se terminen de hacer durante 15 minutos. Cuando compruebes que las verduras están crujientes, sácalas del horno y sirvelas con mucho cuidado de no quemarte. 

En cualquier caso,  en todos nuestros paquetes de verduras siempre encontrarás las indicaciones que deberás seguir para cocinar correctamente el producto.

Y es que en Verleal queremos que comas saludable, sin invertir mucho tiempo en la cocina e inspirándote en las recetas que te damos en nuestro blog, para que puedas comer de manera variada y sabrosa. ¡Te esperamos!

¡Inspírate con nuestras recetas!

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