¿Sabes qué es el slow life?

Vivir más despacio y, sobre todo, vivir de manera más consciente y con lo que realmente necesitamos. Esta es la apuesta clara del movimiento slow life, que surge a raíz del movimiento: slow food.

El estrés. El mal más extendido del siglo XXI. Y un movimiento que nace para plantarle cara: el slow life. Esta es la situación actual en la que nos encontramos hoy en día.

En una época en la que la tecnología parece que nos facilita la vida, la realidad es que vivimos más deprisa que nunca y, de hecho, según datos del según del informe, “IV Estudio de Salud y Estilo de Vida” elaborado por Aegon, en colaboración del Consejo General de la Psicología de España (COP), 7 de cada 10 españoles reconoce haber sufrido episodios de estrés en el último año. Una situación que afecta en especial a los más jóvenes (menores de 30 años) y, sobre todo a mujeres, en la mayoría de los casos, debido al estilo de trabajo que tienen y a la falta de conciliación con la vida personal.

Así las cosas, no es de extrañar que el movimiento slow life tenga cada vez más adeptos. Hoy te hablamos de él, de los beneficios de practicar este estilo de vida, así como la importancia de la buena alimentación, como uno de sus pilares fundamentales.

En qué consiste el slow life

La primera vez que se acuña este término es en el año 2008, de la mano del periodista y escritor, Carl Honoré. En concreto, lo hacía dentro de su libro Elogio de la lentitud y en el que apuesta por un estilo de vida donde se cuestiona la forma de vivir de nuestro día a día y las prisas. Por supuesto, en él también se apuesta por una vida más pausada, que no está reñida con una vida activa en lo que a la actividad física se refiere y que nada tiene que ver con trabajar menos.

Eso sí, este movimiento surge a raíz de otro muy popular, como es el de slow food, que apuesta por una comida saludable. Este movimiento nació en Italia en 1986, de la mano del periodista Carlo Petrini.

Posteriormente, han surgido, además del movimiento slow life, otros movimientos slow, principalmente en Europa, como son, por ejemplo: la educación slow; el ejercicio slow; la moda slow o los viajes slow, entre otros. Incluso, existen ayuntamientos que se declaran así y apuestan por este estilo de vida en su localidad. 

Principios del slow life

Vivir más despacio y de manera más consciente, así es como se podría resumir la filosofía de vida slow, cuyos principios se basan en: 

• Replantearse si es merece la pena vivir con tanta prisa
• Vivir con lo que de verdad necesitamos y ser menos consumistas
• Apostar por la alimentación saludable
• Intentar reducir al máximo el uso de las tecnologías y cuando se hace, que sea de manera consciente.
• Reducir los transportes que emiten emisiones nocivas para el medioambiente y apostar por los más sostenibles.
• Intentar caminar más y dejar de lado el ascensor
• Comprar solo las prendas de ropa necesarias, hechas con producto local o compradas en pequeños comercios de cercanía y a ser posible, artesanales o ecológicas.

Por supuesto y teniendo en cuenta todos los movimientos asociados al slow life que te hemos indicado, también dan lugar a otro tipo de principios, como ser un viajero sostenible, hacer ejercicio que no solo cuide nuestro cuerpo, sino también nuestra mente y, en resumen, vivir una vida más plena y consciente. Menos es más.

Beneficios del slow life

Poner en práctica los principios y hábitos de vida que hemos mencionado anteriormente te aporta muchos beneficios, entre los que podríamos destacar los siguientes:

• Reducir tus niveles de estrés
• Ser consciente de las cosas importantes de la vida
• Estar presente en el aquí y el ahora
• Disfrutar de lo que tenemos a nuestro alrededor
• Hacer crecer nuestra comunidad a nivel económico
• Mejorar tu salud

¡Inspírate con nuestras recetas!

Risotto con setas

4 personas

Medio

40 min.

Pizza de coliflor con Espárragos

4 personas

Fácil

60 min.

Pastel de Setas y Salmón

4 personas

Medio

30 min.

Comer sano, comer despacio

Como ya hemos dicho, una vida slow está asociada a la slow food, algo que te permite, no solo comer de manera sana, sino hacerlo sin estrés. Y, en este sentido, tener “los deberes” hechos de antemano, te resultará de gran ayuda.
Por eso sabemos que las verduras de Verleal te ayudan a tener una vida mucho más sosegada, porque no inviertes tanto tiempo en la cocina (ya que nuestras verduras vienen limpias, cortadas y listas para cocinar), pero a la vez sabes que estás consumiendo productos de la huerta, cultivados de manera sostenible y ultracongelados en el mismo momento de recolección. Esto permite que nuestras verduras se encuentren en su momento más óptimo cuando las ultracongelamos para que cuando lleguen a tu mesa puedas beneficiarte de todas sus propiedades como si estuvieran recién recolectadas del campo. Así, te invitamos a probar nuestros esenciales (judías verdes extrafinas, alcachofas baby, espárragos verdes, pochas, guisantes finos…), ayudas culinarias (pimientos asados, ajo picado, mezcla para sofrito, etc.) y productos BIO (brócoli, salteado campestre, judías verdes redondas, etc.).

Esto te permite comer sano, poder saborear tus recetas y, sobre todo, pasar más tiempo de calidad con los tuyos, sin descuidar tu salud. ¡Súmate al movimiento slow!

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